Kany García llegó al país luego de una extensa e histórica gira por México, donde reunió a multitudes en cada recinto. 16 ciudades de México fueron el comienzo de un super tour que no para de generar momentos soñados. Esta energía se trasladó al Teatro Gran Rex en un fin de semana cargado de baile y un público que no dejó de cantar a todo pulmón en un solo tema.
El ritmo contagioso de “Fuera de servicio” y ”Una vida buena” abrieron un setlist que contagió mil sentimientos. En este hipnótico viaje musical pasaron la nostalgia y el amor profundo de “Soy Yo”, “La siguiente”, “Lo que en ti veo” y “La malquerida”, con el sonido de las guitarras como cómplices incondicionales.
Desde el primer momento, Kany abrió el show hablándole directamente al corazón de su público. “Hace rato no nos veíamos así a los ojos”, dijo emocionada, marcando el tono de lo que serían tres noches cargadas de conexión y sentimiento. “Hace un año y medio arrancamos esta gira y ha sido impresionante, pero siempre creo firmemente que hay lugares que tienen memorias añadidas, destinos que te revuelven el alma y el corazón”.
Asistir a un show de Kany García es mucho más que presenciar un concierto: es vivir una experiencia colectiva, íntima y profundamente emotiva. Lo que sucede entre la artista y su público es genuino. Hay entrega, respeto y un amor evidente por lo que hace. Todo eso se percibe en cada canción, en cada palabra y en cada interacción con la audiencia.
El Gran Rex se iluminó con la mezcla de ritmos, la dulzura de las baladas y la explosión también de aquellos temas más rockeros que con la talentosa banda de músicos que la acompañaron deslumbraron a todos.