Tony Salatino, el viudo de Lía Crucet recién ahora puede hablar... o al menos lo intenta. El dolor por la muerte de quien fuera su compañera durante décadas no lo abandona. "Ahora duele un poquito menos, pero sigue doliendo" susurra agarrándose el corazón.
Un equipo de "secretos Verdaderos" viajó a Mar del Plata y estuvo en la casa de Lía Crucet, la mujer que le puso un toque inigualable a la Movidsa Tropical y falleciera tras una larga lucha contra la demencia frontotemporal y un cancer boroncopulmonar que le hizo bajar la guardia y se la llevó antes de tiempo.
Tony habló de lo que significa vivir sin Lía... "Se la extraña, fueron muy duros los últimos días de ella... dejarla en el hogar... Me acuerdo de haberla dejado y volver a casa llorando en el auto. Antes me dolía, ahora me está doliendo menos. Pero los recuerdos son dolorosos. Cuando me mandan vídeos o ni bien abro internet y veo algún vídeo de ella. Me emociona porque fueron muchos años y ahora encontrarme solo, no es lo mismo".