Cerca de las 21 hs, el auto de Mirtha Legran se estacionó en la puerta de la casa de Marcela Tinayre, esperando que se abra el portón, comenzaron a pasar los minutos, pero después de que cediera unos metros, se trabó y empezó a forjar el blooper de la velada... Ni se abrió ni se cerró más.
Mirtha estaba en su auto, intentando entrar a su propio festejo, sentada junto a Gladys, su maquilladora de los últimos años. Sin mostrarse impaciante, intentaba ver por qué no podía adelantar el vehículo, mientras las cámaras y los periodistas intentaban retratar el momento y obtener alguna declaración de la cumpleañera.
Mientras las cámaras estaban sobre Mirtha, Marcela Tinayre, su hija, y la organizadora del festejo en su casa de Barrio Parque, no podía disimular su fastidio mientras intentaba arreglar el portón que nunca cedió a sus intentos y seguía frenado en el punto que solo una persona caminando podía ingresar.
Marcela no podía ocultar su enojo y malestar. El chofer que conducía a Mirtha decidió arrancar y dar unas cuantas vueltas manzanas hasta ver si se solucionaba el tema del portón, pero eso no iba a pasar. Finalmente Mirtha volvió, se bajó del auto e ingresó a la casa de su hija de a pie. "Espero que esta noche podamos disfrutarla todos. Solo pido salud, ningún otro regalo", señaló "Chiquita" mientras se hacía fuerte frente al tremendo calor de este 23 de febrero.
Nada impidió que "Chiquita" celebre una nueva vuelta al sol.