Des de have varios días, las versiones en torno a la separación de Emilia Attias y "El Turco" Naim recorrieron todas las formas y tonos. Ellos no hablaron, pero sí escucharon. Por eso, este domingo, fue Emilia Attias la que tomó la palabra para hablar del perdón, de lo vivido, de crecer y fortalecerse. La separación de la pareja es un hecho, y ahora, decidieron contarla desde su lugar y su verdad.
"Cuando algo llega tan alto. Tan sublime. Se vuelve intocable". De esta manera comenzaba su carta Emilia Attias, dirigida a los más de 1 millón y medio de seguidores en su instagram. Con absoluta sinceridad, siguió: "Cierro mis ojos. Respiro. Y siento mi alma caer al vacío. Como si de esa altura en la que está, se cayera, atravesando una tempestad. No estoy asustada. Prefiero la consciencia. Sentir ese viento frío en la cara. Mis musculos rígidos, la piel seca. Abrir los ojos y fijar la dirección, a través de toda esa niebla. Reconocer cada uno de sus rincones. Mirarlos de frente. Apropiarme, con cada respiro, de esta hostilidad, para transformarla. Aceptar. Con humildad. Sintonizar la antena de la sabiduría. Del perdón. Propio y ajeno. Aceptar. Integrar. Crecer. Fortalecerse. Templarse".
Emilia habló de su historia con "El Turco", de las tormentas y la decisión de afrontarlas y sortearlas... "Si este es el momento que me toca vivir ahora, al menos de esta menera me da fuerza. Te acompaño, donde estés, de la mano. Siempre vas a contar con eso. Siempre. Todas las noches te mando ángeles que te protejan y te iluminen. Siento orgullo por ambos. Por como atravesamos muchas cosas. Con cuanta entrega. Sorteando nuestras propias complejas humanidades".
En medio de todo lo que se dijo, se subrayó y se aseveró, Emila encontró las palabras para hablar de eso y de la forma en que se enteró, junto al "Turco" de como se estaba tratando su separación en los medios: "Recuerdo la noche del jueves, mientras el show de esta noticia se desplegaba en los medios, y nuestros celulares explotaban, hablamos por videollamada, como 1 hora... acompañándonos, riendonos con cierta tristeza, y resignación, de todas esas mentiras y condimentos que desdibujaban la realidad, propio de quien tiene una verdad a cuartas entre sus manos. Despellejando semejante intimidad. De una manera tan liviana y desprolija. Sobre vos. Sobre mí. Por suerte sabemos quienes somos. Y que suerte que estamos tranquilos. Solo nosotros sabemos el camino recorrido. Solo nosotros conocemos esa verdad. Y esta bendita comprensión tan profunda del otro, que no le dió lugar al resentimiento, al enojo".
Emilia habló de su separación, de elegir el perdón y de su fuerza: "Te espera todo lo grande. Desplegar ese magnetísmo. Esa inteligencia. Esa inmensa capacidad. Esa potencia, tan tuya. Semejante calor adentro de ese corazón. Siempre admiré mucho de vos. No merecés que esas palabras que hoy flotan entre algunas personas, sean las que te definan. Acepto todo. Decido también. Elijo el perdón. Y el amor. El tiempo y la vida dirá después. Y, tranquilo. Que la fuerza que tengo no me la saca nadie. Tampoco a vos. La ví con mis propios ojos. Más de una vez".